Marina Molina es un estudio de interiorismo y arquitectura. Hacemos proyectos residenciales, contract y retail. De escalera grande y pequeña, desde reformas interiores a obra nueva.
Partimos de los detalles que hacen tu singular historia para crear un proyecto global, integrando el interiorismo y la arquitectura. Definir todo desde el principio hará que puedas despreocuparte mucho más del proceso de obra.
Sí, principalmente en las provincias de Alicante y Barcelona, pero podemos estudiar todos los casos.
El Colegio Oficial de Arquitectos estipula cada año un módulo de cálculo del precio del metro cuadrado de construcción. Este módulo cambia cada año en función de los incrementos o bajadas de coste anual de los materiales y la mano de obra. Además, este módulo se ajusta en cada proyecto según ubicación geográfica, calidades, tipos de intervención, etcétera. Con este dato y la superficie del proyecto, obtenemos un primer presupuesto orientativo que sirve al cliente para saber si le puede ser económicamente viable.
Sin embargo, la cifra exacta no la tendremos hasta que no definimos todo el proyecto y se hayan definido todos los materiales, para que la empresa constructora pueda realizar un presupuesto cerrado.
Por este motivo es conveniente no empezar las obras hasta que no está todo definido. Durante el proceso de obra siempre puede haber contratiempos, especialmente en reformas interiores que, hasta que no queden paredes y techos al descubierto no podemos saber si existe algún imprevisto.
Por eso, la mejor estrategia es la previsión. Primero, completar el proyecto. Segundo, presupuesto detallado. Tercero, dejar un pequeño margen por posibles contratiempos.
En una primera reunión, sin coste alguno, los clientes explican sus ideas y necesidades. Después, se definirán cuáles son los pasos y plazos necesarios para el proyecto en concreto, además de nuestros honorarios.
A partir de ahí comienza la fase de diseño, el anteproyecto. Es la fase más creativa y colaborativa. Se clarifican las necesidades del cliente, analizamos el programa solicitado, el terreno, la casa o el espacio del que partimos para realizar la propuesta. Se definen aspectos generales del proyecto como son la distribución de los espacios, los niveles de equipamientos necesarios, la imagen aproximada del volumen arquitectónico… Trabajaremos sobre planos, moodboards, imágenes de referencia, dibujos, croquis, renders… todo para encajar las aspiraciones de los clientes.
Con el anteproyecto finalizado, desarrollamos el proyecto de interiorismo, con la selección de materiales y acabados, que serán necesarios para después realizar los planos de arquitectura.
La fase de arquitectura es la que desarrolla de forma precisa las características técnicas de las obras que se desarrollarán para, por un lado, obtener el permiso de obra y, por otro, valorar su coste.
Con toda la documentación terminada y todo definido, ya podemos pasar a la obra.
Seguir este proceso es fundamental para que el proceso de obra sea lo más leve posible.
Sí, todas las fases de proyecto pueden ser independientes si los clientes lo requieren. Sin embargo, no es lo más recomendable. Una de las garantías de éxito en la ejecución de cualquier proyecto y durante las obras es que la arquitectura y el interiorismo nazcan y se desarrollen juntos. Cuando el interiorismo llega después, en un espacio ya definido, siempre hay que encontrar muchas dificultades que hacen que los resultados no sean óptimos.
El proyecto de interiorismo es la extensión natural del proyecto de arquitectura. Da coherencia a todos los espacios entre sí a través de la elección y el diseño de los distintos elementos. Este trabajo incluye:
Sí, tenemos industriales y empresas constructoras de confianza con las que ya hemos realizado proyectos anteriormente, pero no son exclusivos. Puede hacer el proyecto con altas profesionales si así lo decide.
Es muy variable en función de la extensión de cada proyecto. Es importante sumar el tiempo de desarrollo del proyecto, el de los posibles trámites de licencias municipales y finalmente el tiempo de obra.
En cualquier caso y siempre aproximadamente, una reforma interior puede tener unos tiempos variables entre los 3 y 9 meses. En el caso de una obra nueva, en la que los plazos de los trámites se alargan mucho, es habitual que necesitemos entre 18 y 30 meses.
Para ofrecer la mejor experiencia posible, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o los identificadores únicos en este sitio. No dar el consentimiento o retirarlo puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.